Antes de cada edificio, de cada obra de arquitectura, hay una etapa creativa en la mente del arquitecto donde las posibilidades se multiplican. Las ideas toman diferentes formas y colores, coquetean con imposibles y se va solidificando conceptualmente mucho antes de cavar el primer cimiento. Este proceso de creación y re-creación ocurre sobre el papel y ya sean difusos trazos de lápiz o audaces recreaciones coloridas, los bocetos se suceden como realidades alternativas, como toda la potencialidad de un concepto que busca una silueta distintiva que se sume al perfil de la ciudad.
Ángel Guido fue ingeniero y arquitecto, y también intelectual y artista. En la búsqueda de la forma que se adaptara al lema "Invicta" junto a Alejandro Bustillo imaginaba "la nave de la Patria surcando las aguas del Mar de la Eternidad en procura de un destino glorioso". Guido podía imaginar como artista y tener los pies en la tierra como técnico. De la conjunción de ambas disciplinas iba a nacer el Monumento a la Bandera tal como fue construido. Pero ¿qué recorrido, qué andanzas de la mente debió emprender para ver la forma definitiva de su obra? Este libro busca explorar ese recorrido de la creatividad, desde croquis apresurados por atrapar la elusiva nave de la Patria, hasta grandiosos paisajes donde un Parque a la Bandera enorme redefinía una gran superficie del casco histórico de la ciudad. El poder de estos dibujos es que de alguna forma, aún inacabados, sirvieron para darle una forma nueva a nuestra realidad.
En las palabras del arquitecto Eduardo Arbio: "el objetivo de esta publicación es recuperar las huellas del trabajo de diseño para que esas ideas se sumen e integren a la imagen que guardamos del Monumento. Poder rescatar, gracias a la posibilidad de contar con ese invaluable material gráfico, todas aquellas expresiones que dan cuenta del proceso de creación de una obra, en este caso particular, nuestro Monumento a la Bandera."