Las obras comenzaron en 1943, un año después de la firma del contrato con los artistas. El Arq. Alejandro Bustillo no participó en la dirección y ejecución de las obras. La construcción tuvo un buen ritmo en los primeros dos años, pero pronto aparecieron problemas con la provisión de materiales que hicieron extender los plazos de finalización. Luego los problemas económicos vuelven a aparecer y la obra continuaría lentamente y gracias al esfuerzo, perseverancia y dedicación de su director y proyectista el Arq. Ángel Guido. La edificación concluyó 14 años después.
Al comienzo, el plazo de dos años parecía que iba a cumplirse, luego problemas de costo fueron los que provocaron la detención en la marcha de los trabajos. Los sobreprecios provocados por la inflación de aquellos tiempos hicieron que las empresas contratadas para la obra solicitaran reajustes continuos. Se pueden mencionar a empresas como ERCA encargada del hormigón armado; Spirandelli de la parte eléctrica; Taiana, Pasquale & Cía de la albañilería; Capella fue la proveedora del mármol travertino de los Andes. A través de los documentos existentes en el Archivo del Monumento puede hacerse el seguimiento de los trabajos que finalmente concluyeron en 1957.